lunes, 25 de noviembre de 2013

No pasa nada y si pasa se le saluda


Inteligencia, desenfado y sensibilidad son los tres pilares sobre los que se asienta esta obra, a medio camino entre la novela y el monólogo, en la que la autora comparte con el lector, con una actitud muy poco políticamente correcta, sus reflexiones, comentarios y reacciones a una realidad en la que, no nos queda otra, tenemos que resistir como podamos... Mordaz, irónica, muy aguda y también sorprendentemente tierna, Raquel Martos nos demuestra cómo se puede pasar de sufrir a disfrutar, de la resignación a la indignación, del odio al amor y viceversa sin las etapas intermedias.

Sorpresa, de las buenas, me he llevado con este libro.

Me lei el primer libro de Raquel Martos (Los besos no se gastan) y me encantó. Pero no me esperaba que este me gustara tanto después de leer el argumento.

La verdad es que me esperaba otra cosa. Por el argumento más que nada. Pensaba que serían divagaciones de ella, cosas graciosas, anécdotas, monólogos que haya podido contar en la tele o en la radio, pero no, es una novela, con su parte de realidad, de crítica a lo que estamos viviendo hace ya demasiado tiempo, pero es una historia llena de personajes que salen adelante y de mensajes positivos.

Quizá un poco "facilona" a ratos, pero yo me lo pasé genial leyéndola, y me sentí tan identificada con Carla (su protagonista) en algunos momentos que ya con eso me tiene ganada.

Recomendada para pasar un buen rato y para las seguidoras del chick-lit (que casi nunca es tan chick como aparenta)

jueves, 21 de noviembre de 2013

El beso más pequeño



¿Cómo vivir una historia de amor con una mujer invisible? Esta es la historia de amor de un inventor melancólico que no era capaz de inventar nada y de una chica con nombre de flor que se vuelve invisible en cuanto la besan. Después de darse el beso más pequeño, el inventor descubre que Sobralia se ha desvanecido sin dejar rastro. Decidido a encontrarla, recurre a Gaspard Neige, un extraño detective privado que tiene por ayudante a un loro muy peculiar: se llama Elvis y es especialista en cazar mujeres difíciles. Pero antes de lanzarse a la búsqueda de la chica, Elvis tendrá que aprender a reconocerla. Para ello aprenderá la melodía en re menor de un pulmón asmático femenino y memorizará la historia del beso más pequeño jamás registrado. Con la ayuda de Elvis y un bombón de chocolate que reproduce el gusto que dejan los besos sobre los labios, es solo cuestión de tiempo que Sobralia reaparezca. Pero, cuando el inventor dé con ella, ¿sabrán afrontar sus miedos juntos y vivir su historia de amor? El beso más pequeño es una novela para aquellos que buscan el amor y que lo encuentran más cerca de lo que creen. 



No sé por qué sigo leyendo libros de este autor si no me terminan de gustar. 

Me pasa como con algunos actores, que como me gustan, me pego sus pelis aunque sean una basura, lo que pasa es que este autor no me gusta, pero aún así, no puedo evitar leer cada libro que saca.

Este, al igual que los demás, es muy fantasioso, pero sin que ellos signifique que es superficial o que no transmite nada. Lo transmite, y mucho, pero de una manera tan tan tan metafórica, que mi capacidad intelectual no llega a tanto.

Bastante raro (como todos, creo que el único que me ha gustado ha sido "La mecánica del corazón" y era super triste), me costó muchísimo leerlo y eso que es muy corto.

Pero bueno, si les gusta el autor, no dejen de leerlo.

lunes, 11 de noviembre de 2013

El hotel rosa





Autor: Anna Stothard

Título: El Hotel Rosa

Editorial: Alevosía                                                                                
ISBN: 978-84-15608-52-3

Páginas: 272

Precio: 19,95 € (edición rústica) 


SINOPSIS

Una joven de diecisiete años se escapa de su casa en Londres para ir a Los Ángeles y asistir al funeral de su madre, Lily, que la abandonó cuando tenía apenas tres años. Tras robar una maleta llena de cartas, ropa y fotografías del dormitorio de su madre, situado en la última planta del Hotel Rosa de Venice Beach, la joven se pasa el verano recorriendo Los Ángeles, un Los Ángeles muy alejado de los tópicos de sol, playa y glamour, para devolver fotografías y cartas de amor a los hombres que conocieron a Lily. A medida que descubre cosas sobre el pasado de esta e intenta reconstruir su vida, va cuestionándose su propia identidad. (Extraída de la web de la editorial)


RESEÑA

La historia está narrada en primera persona por su adolescente protagonista, de la que no se conoce su nombre en ningún momento, algo de lo que no me di cuenta hasta que lo terminé. 


La juventud de la narradora pasa casi desapercibida, ya que desprende una madurez que no es normal a los 17 años.


Durante todo el libro, vemos como esta chica que no ha conocido a su madre, intenta hacerlo a través de pasar por los lugares por los que ella pasó antes, hablar con las personas que fueron sus amigas, vestir sus ropas, calzar sus zapatos e incluso amar a los hombres que la madre amó.

Un poco mentirosa, con algunos comportamientos autodestructivos, la protagonista lo único que busca es llenar el hueco de esa madre que la abandonó a los 3 años, cuando tenía la misma edad que ella tiene mientras sucede la historia, una madre a la que, a pesar de todo, no guarda ningún rencor y de quién lleva una foto en la cartera. 


Es un libro bastante intenso, ya que hay momentos muy oscuros, sobre todo en los personajes que van apareciendo a lo largo de la estancia de la narradora en Los Ángeles, lugar en el que se iba a quedar unos pocos días y acaba quedándose bastante más tiempo. 


Diría que también es un libro de segundas oportunidades, de personas que han cometido errores, de personas a los que la vida, por lo que sea, no ha tratado demasiado bien, pero para las que al final las cosas pueden mejorar un poco.



“Se me aceleró el corazón cuando me miró. Quizá, más que ciego, el amor sea estúpido. El sentimiento, sin duda alguna, seguía vivo a pesar de todo lo ocurrido. Le saludé con la mano en un gesto vacilante y él no se movió. Solamente me miró”





Muchísimas gracias a Alevosía  por haberme enviado este estupendo libro a casa. He disfrutado muchísimo con la lectura 



miércoles, 6 de noviembre de 2013

Todo lo que una tarde murió con las bicicletas



Una treintañera regresa a casa de sus padres desorientada: no tiene pareja ni hijos y a pesar de haber llevado una brillante carrera profesional, de repente se ha quedado en el paro. Universitaria, inteligente y trabajadora, jamás se hubiera imaginado que a su edad se encontraría en esta situación.


Indagar en la historia familiar puede ser una manera de preguntarse qué era exactamente lo que la vida le había prometido. Sin embargo, la memoria le revelará mucho más, porque al contemplar sus recuerdos no como refugio ni como huida, ni siquiera como tentación estética, terminarán aflorando los ecos íntimos, los gestos de amor y las pequeñas heridas de una familia cualquiera, es decir, la verdad desnuda de la vida.


A medio camino entre la crónica generacional y el libro de memorias, Todo lo que una tarde murió con las bicicletas es una emocionante novela sobre la familia.

Encontré este libro buscando otro y sólo por el título ya me llamó la atención.

Me cachis en esa manía que tengo  (yo y la mayoría, seguro) de escoger libros por sus títulos o portadas bonitas, así son las decepciones que luego nos llevamos.

No es que este libro me haya decepcionado, pero la verdad es que me costó muchísimo cogerle el gusto, estuve como tres veces a punto de dejarlo y me dije "No, no más libros abandonados nada más empezar en lo que queda de año". Y me obligué a acabarlo.

Tal y como dice el argumento, habla sobre memorias, memorias familiares, de abuelos, de padres, de hermanos, de vivencias en la infancia y la adolescencia, de la búsqueda de un nuevo camino tras quedarse en el paro después de muchos años de independencia económica.

No está mal realmente, a mí me hizo plantearme muchas cosas de mi misma, de mi propia familia y de nuestra historia. Y sobre todo de lo poco que sé y que sabré ya... por lo que me dejó un gusto un poco agridulce en ese sentido. 

Es cortito, así que (a pesar de lo que tardé) no debería llevar mucho leerlo.